Archivo | diciembre, 2022

Colonia Atlacatl celebra un nuevo aniversario

19 Dic

Por: Iván Escobar 

El centro urbano Atlacatl,  cumplió este 16 de diciembre 62 años del sorteo en el cual se beneficiaron a las familias en 1959 que tuvieron acceso a una vivienda digna, como parte de la política estatal del entonces Instituto de Vivienda Urbana (IVU). Y celebraron el 63 aniversario de haber llegado a la nueva colonia en enero de 1960.

La directiva de la populosa Colonia ubicada al norte oriente de la ciudad capital de San Salvador,  celebró la fecha con una atolada y una tarde típica y baile en la plaza Quiché o popularmente conocido como «el Indio».

Cabe destacar que el centro urbano esta integrado por viviendas y multifamiliares propios de la época y que hoy son valorados por muchas familias que llegaron en enero 1960, cuando la colonia recibió a los inquilinos.

Marta Haydee viuda de Escobar,  fundadora de la colonia,  a sus 89 años recuerda aquella navidad de 1959 cuando habitaron el hogar por primera vez.

«Mi esposo con varias personas que después se convirtieron en nuestros vecinos, recibió la notician para asistir a un sorteo para saber qué casa habíamos ganado. Eso fue en diciembre unos días antes de navidad, vivíamos en un mesón acá por San Jacinto, y no dudamos en venirnos al tener las llaves en mano. Cuando venimos no estaba terminada, faltaba luz pero fue la mejor navidad que pasamos en casita nueva», comenta Marta. Las viviendas fueron adquiridas a precios accesibles por estas familias.

Así como la familia Escobar Urrutia,  otras más habitaron ya formalmente en enero de 1960 las nuevas casas y multifamiliares. Un merecido regalo, consideran ahora muchos.

Un patrimonio que guarda esta colonia y que les identifica es la estatua del Indio Atlacatl, una obra que data de hace unos 100 años y que fue elaborada por el escultor salvadoreño Valentin Estrada,  padre de la escultora nacional.

Cada año estas familias festejan sus navidades con este suceso del sorteo, que fue hace 62 años y la inauguración de la colonia enero de 1960. 

Solsticio de invierno oportunidad de renovar energías y comenzar nuevos ciclos

18 Dic

Desde la cosmovisión indígena

Por: Iván Escobar

El solsticio de invierno está programado para el próximo miércoles 21 de diciembre, fecha en la cual las comunidades originarias rinden tributo al astro sol, cierran ciclos y renuevan energías como parte de las enseñanzas ancestrales. Las comunidades indígenas de El Salvador ya se preparan para una serie de jornadas ceremoniales en las cuales se rinde tributo al Gran creador y formador de vida.

Científicamente se sabe que el término solsticio proviene del latín sol “sol” y sistere “permanecer quieto”, es el tiempo o instante en el cual la posición del sol se encuentra a mayor distancia “angular negativa del ecuador”.

“Para nosotros este día comenzamos un nuevo ciclo, es como que fueran las 12 de la noche del 31 de diciembre…se empieza un nuevo tiempo”, compartió Apantumac, guía espiritual de la Asociación de Consejos de Pueblos Originarios de Cuzcatán (ACOPOC), durante la explicación que dio en la ceremonia celebrada el año pasado al inicio del período que estamos por concluir.

Con el solsticio las comunidades indígenas de nuestro país y otras partes dan cierre al ciclo de vida anual, y dan paso al “nuevo amanecer”.

El Concejo Ancestral de las Comunidades de los Territorios Indígenas (CACTI) ya convocó a su ceremonia especial que tendrá lugar el próximo 21 de diciembre, en la casa templo de la Alcaldía del Común de Izalco, Sonsonate.  

El CACTI, máxima autoridad de las poblaciones originarias de distintas partes del territorio en conjunto con la Alcaldía del Común de Izalco, han organizado esta ceremonia del solsticio correspondiente a este 2022, con el objetivo de continuar su lucha de unificación y trabajo con las diversas organizaciones ancestrales, poblaciones y colectivos que velan por los derechos de las poblaciones originarias en El Salvador.

“Algunas religiones quisieron abreviar y homogenizar esta celebración (del solsticio) con la Navidad, en razón que los pueblos originarios reconocen este acto, con el nacimiento del sol para un ciclo posterior”, explican los representantes del CACTI, quienes enfatizan que cada ceremonia o encuentro con la comunidad indígena permite dar a conocer la enseñanza ancestral que invisibiliza la cultura occidental.

“Para las comunidades indígenas el 21 de diciembre, es un día muy importante, ya que celebran el nacimiento de Huitzilopochtli (Dios de la guerra, colibrí del sur, sol que renace)”, precisa el Tata Raúl Vasquez, del Observatorio de Los Pueblos Indígenas Nahuat de la costa del Bálsamo, que también desarrollará su ceremonia ese mismo día a las 10 de la mañana, como parte del tributo a esta gran fecha.

“Los nahuat celebraban el nacimiento de Huitzilopochtli y esta ceremonia se daba precisamente en la época de navidad, donde se obsequiaba comida a los invitados y pequeños ídolos hechos de maíz azul, tostado y molido, mezclado con miel de maguey”, relata Vasquez. Y añade que: “cada año, en el primer día del Panquetzaliztli (decimoquinto mes del calendario náhuatl de 365 días), se realizaba un culto en honor a Huitzilopochtli, el niño sol, para solemnizar su nacimiento el 21 de diciembre”.

El centro ceremonial del Observatorio de Los Pueblos Indígenas Nahuat de la costa del Bálsamo, se ubica en loma El Gallo, puerto de La Libertad.

Solsticio de invierno

“El significado estacional del solsticio de invierno se manifiesta en la reversión de la tendencia al alargamiento de la duración de las noches y al acortamiento de las horas diurnas. Distintas culturas definen esto de diversas maneras, puesto que en algunas ocasiones se considera que, astronómicamente, puede señalar ya sea el comienzo o la mitad del invierno del hemisferio”, apunta la explicación de los representantes del CACTI.

Y definen la fecha como un evento que ha ido variando en las distintas culturas del mundo, “pero la mayoría de ellas lo reconocen como un período de renovación y re-nacimiento, que conlleva festivales, ferias, reuniones, rituales u otras celebraciones”.

Coincidiendo con la explicación de Apantumac, quien añade que cada fecha en la cual se rinde tributo al sol, ya sea en el solsticio o equinoccio, que son dos fechas para cada ceremonia al año, es decir cuatro ceremonias en el año, se deben realizar en la fecha indicada para aprovechar la energía que circula y revitalizar la herencia cultural que las poblaciones indígenas preservan en sus encuentros.


Hay que destacar que las diferentes culturas, en América especialmente se conectan a la celebración ancestral, asistiendo a los diversos sitios sagrados, Maya, indígenas del Norte, Aztecas, Nahuas, Incas y todas aquellas naciones originarias que realizan sus ceremonias espirituales para estos días.

Vásquez precisó que el significado desde la cosmovisión indígena proviene del nahual del diente, “según lo visualiza nuestro calendario ancestral tiene mucho que decirnos y en cuyo significado encontramos el camino, el destino y el desarrollo de la vida de nuestros pueblos. Armonizando lo que nos depara, la continuación de la lucha de nuestros pueblos indígenas a su forma de convivencia entre estas llamadas sociedades que no tienen espiritualidad para creer como nuestros pueblos conviven entre quienes están destruyendo a nuestra nu nan tal (mi madre tierra)”, dice el representante indígena, quien utiliza sus redes sociales para promover enseñanza y conocimientos ancestrales.

Con estas celebraciones tanto el CACTI como el Observatorio de los Pueblos Indígenas Nahuat de la costa del Bálsamo, cada uno desde sus espacios sagrados buscan unificar la tradición ancestral y herencia cultural de las abuelas y abuelos encaminada a la unificación de la gran nación originaria.

FOTOS DE ARCHIVO/Iván Escobar

Las granjas de cerdos y aves de crianza amenazan las fuentes de agua en Suchitoto

1 Dic

Por: Iván Escobar

Al menos siete comunidades del municipio de Suchitoto que se abastecen de los mantos acuíferos de la cuenca del Cerro de Guazapa y otras quebradas aledañas, sufren los efectos de la contaminación de sus vertientes con los desechos que arroja la “Granja El Progreso”, la cual desde hace unos 8 años opera y afecta directamente a unas mil familias de la zona. También denuncian ´los efectos contra el medio ambiente por una granja de aves, que estaría ubicada en las cercanías de este proyecto, y la construcción de una más próximamente.

Pobladores del caserío El Barío, del cantón Platanares, municipio de Suchitoto, en el paracentral departamento de Cuscatlán denunciaron a medios locales, la problemática que vienen enfrentando desde hace ocho años, cuando se instala la empresa en esta localidad, y que en la actualidad ya contaminó en su totalidad la principal quebrada que abastece a las familias en esta zona.

Las aguas sucias, con sangre, y desechos que provienen del interior de la granja de cerdos ubicada en esta zona, es la principal problemática que sufren estas familias, además se quejan de malos olores que emanan del interior de la planta de destace que afecta el ambiente de grandes áreas de las comunidades vecinas.

Mientras comparten estas denuncias, se escucha el chillido de los cerdos que inundan el ambiente, y que las personas atribuyen a la hora de destace, “oigan así se escucha, y por eso salen las aguas curtidas”, dicen mientras señalan un tramo de la quebrada con agua totalmente sucia. La propiedad es vecina de zonas de cultivo de la comunidad, que sufren los efectos directos de la contaminación.

El verdor de la campiña, cultivos de maíz, caña y maicillo, contrasta con el panorama sombrío y de preocupación de estas familias, que siguen esperando el apoyo del Estado, del Ministerio de Medio Ambiente, u otras instituciones gubernamentales para ampararles y garantizarles el derecho a la salud y una vida digna.

“Hace más de un año hicimos la queja, y no nos dan respuesta. Hemos presentado pruebas de la alta contaminación, fotografías, videos, testimonios, y nada”, lamenta uno de los habitantes, mientras dan declaraciones, estas personas piden el anonimato, pues temen algún tipo de represalia de parte de la empresa.

“Uno cuando pasa por la calle principal, en el verano no se soporta el tufo (mal olor). Está empresa vino hace unos 8 años del lado de Ilobasco, de allá los corrieron igual porque la gente protestaba por la contaminación que provocaba”, denunció una mujer de la comunidad, quien también pidió no ser identificada. Se dice que la empresa mantiene su sede en Ilobasco, Cabañas, y aquí solo es para la crianza y sacrificio de los animales. «De aquí salen con camionadas de animales muertos, con un tufo por todo eso», añade.

Otros pobladores denunciaron que durante el invierno la granja arroja grandes cantidades de desechos contaminantes, “aprovechando la correntada y que nadie se da cuenta, pero nosotros que vivimos en la zona no soportamos el mal olor que sale de las aguas negras y achocolatadas que pasan por acá y que van a parar al Lago Suchitlán, sí ahí donde pescan y usan esos pescados para comer”, advierte otro de los habitantes.

Las familias tienen miedo a hablar abiertamente de esta situación, dicen que la empresa suele contratar temporal o permanentemente personal de la misma comunidad, “además vienen a dar regalos a los adultos mayores, a los niños, con el fin de comprar voluntades”, advierten.

La empresa en su publicidad en redes sociales, suele solicitar personal para diversas áreas de la planta, que según datos se ubica en una extensión de 45 hectáreas, en El Barío, carretera que va de Suchitoto a Aguilares. También la empresa suele anunciar su responsabilidad social y ambiental: “Por octavo año consecutivo grupo El Progreso participa en la liberación de miles de Alevines de Tilapia en distintas partes de ríos alrededor del departamento de Cabañas siendo el río Titihuapa uno de los más prominentes de esta zona, en coordinación con las alcaldías de Ilobasco y San Isidro”, informan en sus redes sociales.

Con esto la empresa confirma su presencia por ocho años en el lugar, además que su planta central, reiteran los pobladores está en Ilobasco, Cabañas.

Visita para constatar contaminación

A finales de noviembre de este 2022 se hizo un recorrido por la zona, entre los cultivos y zonas vecinas a la planta. Encontrando un alto grado de contaminación en el agua de la principal quebrada. Los pobladores dicen que son siete comunidades las afectadas: Aguacayo, Zacamil I y II, Celina Ramos, entre otras.

Dicen que ya se acercaron al alcalde de la localidad, pero solo les ofrece apoyo, aunque recuerdan que fue en la administración de la alcaldesa de Suchitoto, Pedrina Rivera que se dio el permiso, pero ahora no se tiene certeza de qué hará el concejo, pues hasta hoy no ha revocado ningún acuerdo o permiso. Esto se confirma en una publicación de agosto de 2018, del periódico local “La Gaceta Suchitoto”, donde se informa que “en 2017” la administración de la alcaldesa Rivera dijo que “no tiene objeción” en ese momento para el funcionamiento de la granja de cerdos, y se otorgó el permiso. Aunque la normativa ambiental expresa que es el Ministerio de Medio Ambiente quien otorga los permisos, algunos pobladores dicen que la empresa comenzó a operar sin permisos del Estado, y fue hasta hace poco que se les ha dado la documentación.

Ellos como pobladores han pedido audiencias y no se las dan, ni las autoridades les informan nada al respecto. Lo cual les genera mayor preocupación e incertidumbre.

Por ahora, las familias demandan de las autoridades acompañamiento. “Pedirles a las autoridades que pongan manos en esto y no den permiso para que sigan instalando granjas ni de pollos ni de tuncos en el distrito”, expresa uno de los hombres, mientras observa con preocupación su plantación que es regada por el arroyo contaminado por la granja.

Más amenazas en la zona

Siempre en el municipio de Suchitoto, solo que en la reserva hídrica del Cerro de Guazapa, siete comunidades más mantienen su lucha y resistencia en contra de un proyecto avícola en marcha en la zona, el cual contaminaría los principales afluentes hídricos.

El principal afectado con el proyecto de la construcción de una Granja de crianza de aves, es la comunidad La Mora. Así como está en riesgo el sistema de abastecimiento “Haciendita”, proyecto que lleva agua a siete comunidades, y el cual funciona desde 2002.

El sistema que pertenece a la Asociación Rural de Agua y Saneamiento Haciendita, se construyó en 2002 con apoyo de la cooperación Belga, y beneficia hoy en día a las comunidades: Nueva Consolación, Mazatepeque, Los Almendros, Haciendita I y II, Santa Eduviges y Asunción. La Mora es el punto de origen de este proyecto, que solventó la vida de las familias que en dos décadas atrás debían caminar grandes distancias para abastecerse del vital líquido.

Ahora, su mayor preocupación dice, Jesús Ángel Escobar Acosta, quien forma parte del proyecto, es que el proyecto que beneficia directamente a unas 700 familias, se vea afectado con la contaminación que podría provocar la granja. “A nosotros no nos han consultado, como comunidades nos hemos unido porque la fuente de agua será contaminada. La más afectada sería la cuenca del Cerro de Guazapa, río los Limones”, expresa el líder comunal.

Mientras que Blanca Rubio, de la comunidad Nueva Consolación y representante del proyecto, asegura que “hace dos años venimos luchando”, aunque unas 40 manzanas ya fueron compradas por los propietarios del proyecto, que entre otras cosas tienen como finalidad instalar un pozo para extraer 289 mil 80 metros cúbicos al año, es decir “más agua de lo que consumen las comunidades, lo que quiere decir que nos van a dejar sin agua a todos”, señala Milton Danilo Pérez, administrador del proyecto.

La comunidad no cree mucho en los ofrecimientos de la empresa que intenta impulsar el proyecto, y que a la fecha creen que está más próximo por su presencia y algunos ofrecimientos. “Consulta no han hecho, solo han venido a una comunidad”, señalan los afectados.

Aseguran que han ofrecido la siembra de 9 mil 500 árboles, “pero eso no compensará la contaminación que van a generar”, apunta Escobar Acosta.

Temen que la empresa no dé el trato adecuado a los desechos que se generen cuando esté en operaciones. “No se define cómo serán tratados en todo caso este desecho más las aguas residuales”, las cuales afectarán las quebradas Las Lajitas, Mico Bravo afluentes del río Chalchigue.

Toda esta situación tiene en zozobra a las familias de estas comunidades, tanto las afectadas por ahora con la Granja de Cerdos, como las amenazadas por el proyecto de la granja de aves. “No queremos que nos contaminen las aguas, nosotros vivimos de estas quebradas, ríos, no es posible que por unos pocos interesados en ganar dinero se dañe la vida de muchas familias”, coinciden las comunidades afectadas.

Hasta ahora, lamentan la falta de atención del gobierno central, por lo que en ambos casos reiteran el llamado a ser atendidas sus demandas, de lo contrario consideran que sus vidas están en riesgo cada día más.

Pie de fotos:

Foto 1: Mapa de ubicación donde se encuentra la granja, a poca distancia del casco central de Suchitoto.

Foto II: Aguas totalmente contaminadas pasan entre los terrenos de la comunidad y llegan hasta el Lago Suchitlán.

Foto III: Límite de los terrenos de la comunidad con la granja de cerdos que contamina sus afluentes, en El Barío.

Foto IV: El siste Haciendita, es el proyecto que sería afectado con la granja de aves, en La Mora.

Foto V: Las aguas en La Mora, serán contaminadas con la nueva granja.