Archivo | septiembre, 2022

La historia criolla ocultó los nombres héroes y heroínas de la Independencia

27 Sep

Por: Iván Escobar

La historia escrita por los criollos hace más de 200 años, no incluyó a las mujeres que contribuyeron a los procesos de lucha contra la corona española, también se dejó de la lado el aporte de las poblaciones originarias y afrodescendientes que en la región libraron batalla contra el yugo español, es la conclusión del Foro: “Las otras historias de la independencia”.

Representantes de diferentes sindicatos aglutinados en la Confederación Nacional de Trabajadores Salvadores (CNTS), desarrollaron recientemente, este foro en el cual revelaron datos históricos relacionados a la lucha independentista, propios del proceso del 15 de septiembre de 1821 cuando se dio la firma del acta de Independencia centroamericana. Aunque datos posteriores, hacen ver que la verdadera independencia se logró en el año 1823, cuando se da una nueva firma, y la materialización del proceso libertario.

Rafael Moreira, en una primera parte del foro destacó el tema: “Movimientos Unitario de Independencia”, en el cual habló de la lucha mundial que se cernía años previos a los procesos independentistas en el continente Americano.

Moreira enfatizó que uno de los problemas que hoy tienen las nuevas generaciones es la confusa comprensión de los procesos de lucha, se ha negado por mucho tiempo el aporte de hombres y mujeres, por el hecho de pertenecer a poblaciones originarias, y población afrodescendiente, los cuales han sido marginados y excluidos por las sociedades criollas. Incluso en pleno siglo XXI estos grupos poblacionales, siguen siendo marginados en El Salvador.

Recordó que entre 1756-1763 se dio la “Guerra de los siete años”, cuando los grandes imperios de la época, comenzaron a repartir el territorio a escala mundial, en ese entonces, la pelea era por el oro y la plata, no se contemplaba aún el saqueó en el nuevo continente.

Es hasta después del Tratado de París en 1763 cuando comienzan los imperios europeos a interesarse en el nuevo continente, siendo España el mayor reino empeñado en someter a los nuevos pueblos, desatando la ola de resistencia, y siendo Haití la primera nación del caribe que en 1804, “donde se da la primera revolución en América”, recordó.

En este proceso de resistencia, la historia se negó a dar crédito a grandes figuras libertarias en los pueblos de América, que antes de los “procesos” de los criollos, ya peleaban por los derechos de los suyos, como: Hatuey, líder guerrero en Cuba, quien fuera quemado con una cruz por su grito de resistencia, en 1512; Atahualpa, en Perú, considerado el último soberano inca; Tupac Amaru, entre otros que fechas posteriores o nuevas generaciones de historiadores les han dado el lugar indicado, y que la “historia oficial” los ocultó.

Igual situación o marginación sufrió la mujer, un ejemplo que Moreira citó es que en toda la identificación histórica de próceres, todos son hombres los que prevalecen, y fue Nicaragua, el primer país que incluye en su listado de próceres a una mujer, está era María Dolores Bedoya; y no se le dio el valor tampoco al prócer Pedro Pablo Castillo, quien “fue el impulsor de la verdadera revolución”, en 1814 y que le costó prisión, exilio y muerte en el extranjero por desafiar al sistema de la época.

Moreira comentó que Castillo, era mulato y de oficio cohetero, es decir, emergía de la esencia obrera del pueblo, razón por la cual fue uno de los motivos para no ser visto de igual forma por la sociedad criolla, como a sus demás compañeros de origen español.

El rol de la mujer en la independencia centroamericana

Los roles de la mujer en Mesoamérica, en el siglo XIX, eran: el de madre, esposa y cuidadoras. Este conjunto de acciones de la mujer en la sociedad de entonces, se le conocía como: “Oficios Mujeriles”, compartió la sindicalista e investigadora, Sonia Viñerta.

Viñerta discernió el tema: “Historia de mujeres protagonistas de la Independencia”, basándose en el libro del historiador Carlos Cañas Dinarte, de 2010, que aborda el papel de las mujeres en el proceso independentista entre 1811-1814.

En este contexto, la expositora recordó que en 1811, participaron activamente mujeres como: María Madrid, Francisca de la Cruz López, María Bedoya de Molina, Dominga Fabia Juárez de Reina, Úrsula Guzmán, Gertrudis Lemus, Francisca de la Cruz López, Juana de Dios Arraiga e Inés Anselma Asencio Román.

Ya para los acontecimientos de 1821, tuvieron presencia: María Bedoya de Molina (esposa del prócer guatemalteco Pedro Molina); María Felipa Aranzamendi y Aguilar, esposa de Manuel José Arce; Manuela Antonia de Arce, esposa de Domingo Antonio de Lara; Ana Andrade Cañas, esposa de Santiago José Celis. Todas estas mujeres sufrieron persecución y fueron mal vistas.

Otros casos de mayor agresión fueron contra María Feliciana de los Ángeles y Manuela Miranda, ambas fueron azotadas en castigo por su lucha libertaria. Mientras que Mercedes Castro, Josefina Barahona; Micaela y Feliciana Jerez, fueron fusiladas en plaza pública.

Viñerta recalcó que el problema de la marginación o invisibilización que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia nacional, es propio de que prevalece un sistema basado en una ideología sexista patriarcal. “Esa invisibilización de la mujer pasa en todos los ámbitos porque el sistema y su ideología dominante lo promueven”, enfatizó.

El reconocimiento a la primera mujer prócer en El Salvador, se da en 1975, cuando el Estado reconoce María de los Ángeles Miranda, pero es hasta el presente siglo que el tema ha tomado fuerza.

Otro ejemplo de esta marginación, es que el acta de independencia del 15 de septiembre de 1821, fue firmada solo por hombres, al igual que otras dos que se firmaron posteriormente entre julio y octubre de 1823, cuando se consolida el proceso libertario de la corona española, concluyó.

Con este foro los sindicalistas salvadoreños además de adentrarse en la historia, y romper el patrón de negación que ha imperado en el sistema educativo, que no acepta a las mujeres ni poblaciones originarias como protagonistas de lucha y resistencia en estos procesos históricos, quieren contribuir a que las nuevas generaciones tengan elementos para entender el comportamiento de la sociedad salvadoreña.

El arte y la identidad de un pueblo

24 Sep

Por: Iván Escobar

(*)

La identidad cultural es un elemento que suele perderse en nuestra sociedad, la búsqueda de ella es fundamental desde las artes. De hecho la transculturación se impone día a día, dejando de lado las diversas expresiones artísticas locales, que suelen despreciarse frente a expresiones externas, modas, personajes u otros temas que atraen a los públicos.

Por ello, desde el arte se puede transformar el comportamiento de la sociedad, para aceptar o rechazar determinadas situaciones. La movilidad humana o migraciones, intensificada en las últimas dos décadas del siglo pasado, son un elemento que sin duda impacta en el comportamiento de la sociedad, en relación a la valoración de las distintas expresiones artísticas locales, autóctonas, tradiciones, es decir se sigue despreciando el aporte de las comunidades originarias, que son sustanciales para fortalecer la identidad de una comunidad o un país.

Académicos, artistas y conocedores del quehacer de las comunidades originarias de nuestro país, creen que las nuevas generaciones de artistas deben tomarse en cuenta estos elementos creativos para dar a los públicos obras que les llenen y  enorgullezcan, valorando de esta manera el trabajo de innumerables artesanos, artistas locales, conservadores de tradiciones y enseñanzas ancestrales.

Estas son algunas de las conclusiones que se llegó recientemente, en el conversatorio virtual denominado: “Importancia de la identidad cultural en la plástica salvadoreña”, y parte del proceso de formación de la Cátedra de Pintura II, de la Escuela de Artes, de la Universidad de El Salvador.

Para el maestro de nahaut y conocedor del trabajo ancestral del país, Franco Huixtemi, “todos los que hacemos arte debemos tener cerca el porqué de la identidad”. Y citó como ejemplo, el sistema para comunicarse que se utilizó desde el comienzo de nuestras poblaciones, como fue la lengua, “y el lenguaje es la facultad que todos tenemos para expresarnos”.

Destacó el trabajo artístico de uno los pintores nacionales, que en su obra utiliza palabras en nahuat e imágenes de figuras prehispánicas. “Él me decía que era una manera de contribuir a la cultura de la que es parte, y transmitir a los demás lo que somos y poner en práctica los conocimientos de la academia”, comparó, con otro caso en el cual, el artista se limitaba a reproducir pinturas “simplemente porque a la gente le gustaba y se vende”, comentó.

Son dos escenas cotidianas que se ven en el quehacer artístico, el desafío es para Huixtemi, que el artista profundice en su raíz de origen, se forme académicamente, y todo eso ponerlo en la función creadora. También dijo que el artista debe poner en marcha lo que se conoce como “la mentalidad coloristica”, es decir, el saber y comprender la cosmovisión de las comunidades ancestrales, sus saberes, su lengua y todo eso llevarlo al trabajo artístico.

Mientras que el abogado y conocedor de los derechos de las poblaciones originarias, Gustavo Pineda, señaló que la identidad “es la suma de elementos culturas que nos da un sentido de pertenencia a un grupo o sector. En El Salvador tenemos varias identidades, la principal, es la identidad indígena”.

Y enumeró que si bien por ahora, se tiene reconocimiento de la presencia de poblaciones originarias en El Salvador, aún impera la visión ladina, es decir, no se toma en cuenta la palabra o riqueza ancestral.

Precisó que la danza, el nahuat, cosmovisión, espiritualidad, entre otros son elementos identitarios propios que deben ser tomados en cuenta, en toda creación artística. Por tanto, remarcó que hay “varios elementos que van fortaleciendo la identidad de los pueblos”.

Un ejemplo de este proceso en Mesoamericano, por ejemplo, dijo que es el maíz, que logró ser adaptado por las poblaciones originarias, y representa hasta la fecha, la principal fuente de alimentación.

En medio de todo esto ha imperado la negación y desconocimiento de los derechos de las poblaciones originarias. Es por ello, dijo que impera la corrientes decolonizadora, sobre la cultura propia.

Amilcar Ramírez, maestro y danzante durante su exposición, dio a conocer elementos fundamentales, a la hora de desarrollar los rituales indígenas, elementos, colores, entre otros que pueden ser fuentes importantes en los procesos creativos de las nuevas generaciones de artistas.

“Pueden plasmar los colores, con un verdadero significado”, propuso, al tiempo que compartió con los presentes, el significado de los colores que han utilizado y sigue usando las comunidades ancestrales, en sus ceremonias. Citó como ejemplo, los colores que no faltan: Rojo, simboliza el lugar donde nace el sol; el Negro, donde se oculta el sol; el Azul, el agua; y el blanco, es el viento, la memoria. “Son los cuatro colores de nuestra cosmovisión y los cuatro colores de los rumbos del universo”, precisó.

Ramírez recordó que cada artista, y todos en general debemos comprender el significado del quehacer de las comunidades originarias, es decir, valorar los rituales, ofrendas, ceremonias, encuentros y todo saber de las abuelas y abuelos. “Nuestros altares son circulares, es el lugar donde hacemos una representación microscópica de lo que es el universo”, desde la visión ancestral, manifestó.

Álvaro Sermeño, catedrático y artística plástico valoró y compartió lo expresado por los demás ponentes, y añadió que el trabajo artístico “nos exige construir de manera amplia y positiva”. “La identidad es importante en la creación de la obra de arte”, añadió.

Al tiempo que destacó el trabajo y legado que dejaron en la plástica nacional, artistas como Salarrué, Camilo Minero, José María Vides, entre otros que desde su obra trabajaron “la pintura indigenista”, al igual que mencionó que la figura de Mons. Oscar Arnulfo Romero, es una fuente de inspiración para muchos artistas, y es hoy “un referente histórico”.

Hugo Rivas, especialista en diseño, y Lic. en Artes habló de la construcción de imaginarios, a través de obras artísticas, y desde la visión estatal, con un fin determinado, a veces se ha utilizado de forma negativa u oscura, pero lo importante en estos procesos es entender la identidad como un elemento propio que dé identidad al artista y por ende a la sociedad.

Con este conversatorio, los participantes ofrecieron desde su experiencia artística y de vida, elementos que las nuevas generaciones de artistas o en proceso de formación, retomen a la hora de trabajar su obra, con el fin de ir dejando una huella, una identidad propia.

(*) El «tiempo el implacable» obra del artista salvadoreño Ovásquez, 2019. Vásquez es un artista plástico que en su obra está presente el elemento histórico y de identidad.

Las poblaciones originarias celebran equinoccio en El Salvador

23 Sep

Ceremonia de Equinoccio

Por: Iván Escobar/ Texto y Fotografías

Las poblaciones originarias del El Salvador celebraron este jueves 22 de septiembre del presente año, la ceremonia dedicada al Equinoccio de Otoño, en la cual agradecieron a la madre tierra por la cosecha recibida en el último año, y su protección. Además los participantes compartieron testimonios, enseñanzas ancestrales, y una riqueza cultural propia de las ceremonias que celebraban en el pasado las abuelas y abuelos.

Convocados por la Asociación de Consejos de Pueblos Originarios de Cuzcatan (ACOPOC), se desarrolló la ceremonia correspondiente al Equinoccio de Otoño, la cual tuvo lugar en el sitio sagrado nahuat, ubicado en el cantón Rosario El Tablón, del municipio de Tenancingo, departamento de Cuscatlán, en la zona paracentral del territorio nacional.

Hombres y mujeres participaron en la ceremonia ancestral, la cual comenzó con el saludo a los cuatro puntos: oriente (fuego), poniente (agua), norte (aire) y sur (agua). Apantumac, guía espiritual de ACOPOC fue el encargado de conducir la ceremonia, recordó “que hoy se celebra la dualidad, ya que en esta época del año, el día y la noche tienen la misma duración”.

Acompañaron la ceremonia los guías espirituales Nanzint Guadalupe ó Chicuace Nanzint uan ume piltzin; y los Tatas Tik kuat y Kuaujti Palne Kojtan. Además estuvieron presentes representantes de la comunidad El Amatio, sector 2 Paso Hondo, El Rosario, Cuscatlán, así como de otras comunidades originarias vecinas.

Saberes, enseñanzas y experiencias de vida fue parte de la convivencia que se tuvo durante el ritual ancestral, que además de interiorizar en la espiritualidad de la ceremonia, permitió a los participantes una conexión con los cuatro elementos, tener el contacto directo con el fuego sagrado, guía y luz del caminar de nuestros ancestros. Se valoró a la madre tierra, y se pidió perdió “por todo el daño que le hacemos todos los días”, dijo.

Nanzint Guadalupe, durante la ceremonia remarcó que los pueblos originarios “mal llamados indígenas” por el sistema que por muchas generaciones ha replicado los métodos represivos del invasor, “no del conquistador, porque no fuimos conquistados, seguimos aquí en resistencia”.

Las poblaciones originarias siguen sufriendo exclusión y marginación en pleno Siglo XXI, no tienen acceso a la salud, a la educación, y sectores académicos suelen aprovecharse de los saberes ancestrales “y se lucran así económicamente”, precisó Apantumac. Hoy las poblaciones insisten en que el Estado salvadoreño, ratifique de una vez por todas, el Convenio 169, de la OIT, el cual daría un respaldo jurídico internacional para que las poblaciones originarias puedan reclamar las tierras de las que fueron despojados.

“Hay que recordar que desde la llegada del invasor a nuestras tierras, las poblaciones originarias sufren el saqueo de sus riquezas, robo de sus tierras, explotación de sus recursos naturales, como la tierra y mantos acuíferos, que son explotados con fines comerciales”, precisó Apantumac.

Conociendo la Red de Comunicación

En el marco de la ceremonia ACOPOC presentó a los presentes, la Red Indígena Comunicando, integrada por representantes de las comunidades originarias, y responsable de la edición y publicación de “Prensa Indígena Cuzcatán”, primer periódico en el país centroamericano dedicado al abordaje de la temática de indígena en el país. 

Asunción Mita dijo “NO” a las minera

21 Sep

Por: Iván Escobar

La intensión de una empresa canadiense minera, por destruir el Cerro Blanco, en Asunción Mita, Jutiapa, Guatemala, fue rechazada por sus pobladores, que dijeron “NO”, en una consulta ciudadana, amparada en la normativa municipalidad.

“Esta consulta es vinculante para el concejo y para el señor alcalde, y es indicativa para el gobierno central”, expresó Armando Teo, la noche del domingo 18 de septiembre, al cierre de la jornada.

En esta noche histórica se dieron a conocer al mundo los resultados, en los cuales participaron más de 8 mil votantes, que se dividieron así: Votos en Blanco: 13, equivalentes al 0.15%; votos NULOS: 105 (1.25%); 904 personas votaron por el “SÍ”, es decir, el 10.63%; y el “NO” fue respaldado por 7,481 ciudadanos, es decir, el 87.98% de los votantes.

Con estos datos, se ha dado un primer paso en el rechazo por la minería a cielo abierto que pretende impulsar la transnacional canadiense, derrotan las presiones y amenazas, y se da un respiro a la contaminación que sufriría el río Ostúa, principal río de Asunción Mita, y uno de los afluentes del Lago de Güija, que comparte Guatemala con El Salvador, y alimenta las aguas del Río Lempa, principal fuente de vida para la población salvadoreña.

El proceso de lucha y resistencia sigue firme en las comunidades, quienes destacan por su organización y concientización ante la eminente amenaza de la minería a cielo abierto, que pone en riesgo la vida y el ecosistema en la región centroamericana.

Asunción Mita define hoy su rechazo o aceptación al proyecto minero Cerro Blanco

18 Sep

Por:Iván Escobar

La población de Asunción Mita,  Guatemala participan este domingo en una consulta ciudadana amparada en su normativa municipal, para definir si se rechaza definitivamente el proyecto minero Cerro Blanco.

Dicho proyecto minero no solo afecta la población guatemalteca,  sino también pone en riesgo de contaminación las aguas del Lago de Guija, ubicado en la frontera con El Salvador y el cual es uno de los principales afluentes del río Lempa,  que abastece a la mayor parte de población salvadoreña.

Son más de 6, 500 personas que se esperan voten por el: Sí ó el No, en esta consulta amparada en el código municipal, y que de ganar el No, «sería vinculante para la alcaldía y un indicativo para el gobierno central», expresó a medios de comunicación Armando Teo Villeda, secretario de la comisión de consulta municipal de vecinos. 

Quien además expresó que las comunidades afectadas Trapiche Abajo, La Lima y Cerro Blanco,  además de importantes núcleos de población serían afectadas.

Lesli Karina Ramírez,  residente de la aldea  Trapiche Abajo, asistió este domingo al igual que muchos de sus vecinos a votar por el NO, dijo la joven quien aseguró que el objetivo es rechazar un proyecto «que no nos beneficia en nada» y «lo que esperamos al final del día es que se dé un buen resultado y que gane el NO».

La joven recordó que en Asunción Mita no quieren minería y mucho menos poner en riesgo la salud y el medio ambiente. 

La consulta se desarrolla con total normalidad en los seis centros de votación designados, con 72 mesas de votación y a la espera de 6,500 votantes.  «Creemos que esa cifra sobrepasara», afirmó Teo Villeda.

En este proceso de conscientización ha estado presente organizaciones locales, ambientes y la misma iglesia Católica,  todos coinciden que en pleno siglo XXI no se deben permitir proyectos de muerte en la región. 

La población de Asunción Mita, y los opositores al proyecto han sufrido amenazas y persecución,  pero dicen que no se detendrán.  Hay algunas personas que creen en el SI, por la necesidades económicas puedan tener, pero la mayoría esta diciendo que el NO, debe prevalecer.

En Guatemala esta es la primera y la mayor consulta ciudadana contra un proyecto minero de esta naturaleza.  En El Salvador en Victoria,  Cabañas se hizo una gran consulta que rechazó la minería metálica,  en 2017; posteriormente El Salvador se convirtió en el primer país en prohíbir la minería.

Por esta razón el proyecto ha tenido una amplia observación internacional, así como de representantes de organizaciones defensoras del medio ambiente, entre otros interesados en garantizar los derechos de la población.

Copán un lienzo que contiene la gran historia de los Mayas

14 Sep

Por: Iván Escobar / Texto y Fotografías

Poner un pie, en suelo hondureño, y particularmente en el territorio hoy descubierto y que fuera cientos de años atrás, la cuna de la civilización Maya, en la región centroamericana, sin duda es una conexión con el tiempo, con la memoria de nuestras poblaciones originarias.

Copán contó con la presencia de 18-Conejo, el décimo tercer gobernante, quien edificó importantes monumentos y plazas, “fue el rey más importante de la civilización Maya, 18-Conejo era el rey de las Artes en Copán”, comparte Yolanda Guerra, quien forma parte de los guías autorizados por las autoridades locales, para atender a los turistas que visitan el complejo sagrado de Copán, donde se ubican las ruinas de lo que fuera la gran ciudad Maya.

Además añade durante su exposición ante los diversas estructuras descubiertas, montículos aún ocultos bajo la tierra y las raíces de los árboles que surgieron posteriormente a la migración de sus pobladores, luego de la muerte del último gobernante, y que  los lleva a transitar por territorios de Guatemala y también de El Salvador, específicamente en la zona occidental de éste último. “Copán es como París y Tikal es como New York, esa es la comparación que hacen los arqueólogos hoy en día”, señala en referencia a las grandes acrópolis ancestrales, que hoy son apreciadas con gran esplendor por las nuevas generaciones.

Copán Ruinas está localizada en el occidente de Honduras, específicamente en el departamento de Copán, a penas a 14 kilómetros de la frontera con Guatemala, denominada El Florido. La legendaria ciudad que conserva las ruinas mayas, fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Arqueológico de la Humanidad en 1980. En la actualidad “Copán Ruinas es considerada como el París del mundo Maya en Centroamérica”, reafirma una de las tantas presentaciones que el visitante encuentra al llegar a este lugar.

Copán como muchos habrán leído o presenciado en alguna que otra visita a este histórico lugar, cuenta con innumerable territorio aún si salir a la vista de todos, es decir, está bajo tierra o bajo enormes árboles, cuyos guardianes aún de la inmensa cultura Maya, que floreció en esta metrópoli, siguen en silencio.

Todo turista literalmente queda impactado, al escuchar de voz de los hondureños que el terreno donde asienta este importante hallazgo, fue comprado a José María Acevedo, su primer propietario, por la módica cantidad de $50.00, sí, una oferta que hicieron los norteamericanos, John Lloyd Stephens, embajador especial de Estados Unidos de época, y Frederick Catherwood, dibujante, quienes llegaron allá por 1839, a estas tierras atraídos ante los enigmáticos hallazgos de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad-estado de Copán. Se dice que “el pacto” compra-venta, incluyó la libertad para “remover y transportar todo lo que ellos encontraran en el valle”.

Cabe destacar que a estos hombres también se debe que hoy se tengan los primeros dibujos de la zona, y que han permitido años posteriores a otras investigaciones. Pero también, fueron los que adquirieron piezas, y otros elementos propios del lugar, que para algunos no eran más que piedras decoradas.

Huellas de los Mayas

Copán fue descubierta en el año 1570, por Diego García de Palacio, sus vestigios e importantes plazas son la evidencia de tres períodos de desarrollo, “antes que la ciudad fuera abandonada” a principios del siglo IX d.C., comenta Guerra.

El lugar posee una riqueza arquitectónica, y piezas, a lo largo de su historia también sufrió el saqueos, a manos de “profesionales” y “académicos”, incluso instituciones universitarias de alto prestigio que aprovecharon para “llevarse” importantes artículos que formaron de monumentos principales de los complejos y templos. Aún se conservan algunas estelas, que representan a los 16 gobernantes de la civilización Maya, y una zona de sacrificios.

“La mayoría de plazas que vamos a visitar eran plazas ceremoniales, donde se reunían los Mayas para celebrar ceremonias religiosas en honor a sus dioses, ellos eran politeístas adoraban a varios dioses”, señala la guía, mientras bajo un intenso sol y la sombra de algunos árboles, avanzamos y presenciamos en cada paso el encuentro de cada monumento.

En el Libro: “Tras las huella de los Mayas”, de Pedro Aplicano Mendieta, editado en 1965, destaca que “los antiguos Mayas tenían un elevado concepto de la poesía. Amaban las artes, la pintura, la escultura, la ceremonia y su inventiva e imaginación eran sencillamente prodigiosas”.

Algo que en la actualidad se puede percibir, al ver los detalles de cada estructura y los elementos precisos que integran cada una de ellas. No es extraño tampoco, ver en la actualidad en las zonas habitacionales de Copán, talleres de escultura de piedra, una tradición sin duda heredada de sus antiguos habitantes, y que es una importante fuente de empleo en la localidad.

También Mendieta relata en sus escritos que “las celebraciones religiosas en la sagrada Copán, eran de una solemnidad impresionante. Los templos eran adornados con colgaduras, ramas de pino, palmas y hojas de platanillo, pero los altares de piedra representando el kukulcan estaban erigidos al aire libre, a la vista de las inmensas muchedumbres”.

Mientras que Guerra recuerda que los antiguos habitantes de estas tierras, ingresaban a los templos, a través de los “sacbé”, que eran caminos recubiertos de una capa de estuco (mezcla de piedra – arena, cal, arcilla y resina de árbol de Caulote), color blanco, “porque cuando la luna estaba llena les iluminaba su andar”, es decir se producía una especie de reflejo que les conducía a los lugares sagrados.

Lugares sagrados con grandes riquezas

La piedra es el principal elemento en la historia de Copán, es tan legible en pleno siglo XXI. Y es que al visitar la plaza oriental #5 del centro ceremonial, el observatorio, la plaza del jaguar, el templo de Rosalila, la escalinata de los jeroglíficos, el campo de pelota, entre otros, el visitante literalmente se sumerge en la atmosfera de la imponen ciudad antigua.

Por ejemplo, la escalinata de los jeroglíficos “representa el texto más largo escrito en piedra de todo el mundo Maya. Aquí está escrita la historia religiosa y política de los Mayas”, recuerda Yolanda Guerra, mientras observa la escalinata resguardada hoy bajo una lona recién colocada, y que forma parte de la protección que se le da. “Es un texto escrito en piedra que solo en Copán existe”, añade.

Historia compleja de gobernantes

Al tiempo, que también se sabe que la escultura de 18-Conejo, es decir de Uaxaclajuun Ub´aah K´awiil, el decimotercer gobernante, de los 16 tuvo la civilización Maya, no se encuentra en la escalinata, ya que se otorgó en concepto de pago a unos investigadores de una universidad estadounidense. Así como esta pieza, muchas han salido de territorio hondureño, sin que el Estado asuma su responsabilidad.

Hoy el Estado de Honduras, a través de investigadores y especialistas, apoyándose de expertos trabaja por resguardar el patrimonio histórico de Copán, que sin duda es una joya en la región, y represente el origen de las poblaciones locales.

Cuenta con grandes plazas y templos, como el dedicado al jaguar, el cual en la cosmovisión del mundo Maya, representaba la fuerza mitológica. “Los Mayas adoraban al jaguar diurno y nocturno”, comenta Guerra. Y relata que esto era la representación del día y la noche. “Ellos creían que por la tarde cuando el sol se ocultaba un jaguar se tragaba al dios del sol, que era la pantera; ese se lo tragaba y se lo llevaba al inframundo, pero el otro se iba adelante (el que nosotros conocemos), cuando la pantera lo arrojaba, el otro se lo tragaba, y lo traía de regreso por la mañana. Así creían que rotaba el sol”, expresa, mientras muestra algunas de las esculturas del felino, ubicadas en la plaza en su honor, y donde el gobernante presenciaba una ceremonia especial, danzaban y cantos dedicados al jaguar.

Otro espacio sagrado para Copán, es un terreno aledaño, que se le conoce “Las Sepulturas”, donde el Dr. William Sanders, realizó las primeras investigaciones, en los años 70´s. “Él creía que esto era un cementerio porque iban encontrando muchos restos en todas las residenciales, creía por eso encontrar mucha tumba”, señala Guerra.

En este lugar, puede el visitante conocer la casa del Escribano, ilustre personaje dentro de la sociedad Maya, y responsable de la herencia escrita. Se ha concluido que este terreno, vivía ciertas familias que enterraban en sus patios a sus familiares, no era un cementerio común, sino cada casa rendía así tributo a sus muertos.

Girasoles entre piedras y montañas

El canto de las aves y la presencia de miles de abejas, nos da la bienvenida a un oasis de colores y recuerdos. Ubicado en una vieja hacienda de tabaco, a tan solo cuatro kilómetros de Copán Ruinas y a orillas del río Copán, a solo cuatro kilómetros de Copán Ruinas, encontramos “El Paseo de Los Girasoles”, un lugar propio para la familia.

Su propietario Mauro Cuevas, recuerda que fue después de la pandemia que se concretó el proyecto familiar, y que ahora, es uno de los principales atractivos en Copán, después de los lugares ceremoniales de la zona, que es visitado por miles de turistas. Recuerda que después de sufrir los impactos de la pandemia, y a ver la aceptación de los girasoles en la zona, se proliferaron y a la fecha tienen más de 60 especies reproduciéndose ante la mirada curiosa y alegre del turista local y extranjero.

Comenta que la aceptación de las familias ha sido importante, y hoy en día tienen el compromiso de recibirles y atenderles lo mejor. La hacienda cuenta con gran espacio, un área de comida, pero la principal en el valle, son los girasoles que reciben con sus diversas tonalidades a las personas. Fotos, videos son las principales actividades de los turistas.

Sus propietarios están contentos de ser una opción más, en Copán y contribuir al desarrollo turístico de la zona. Consideran que es un logro, que se tuvo después de los impactos negativos de la pandemia de COVID-19, en la nación centroamericana.

Una riqueza latente

Todo el esplendor de lo que fuera Copán, en el pasado deja en claro hoy en día, que fue uno de los lugares de mayor apogeo de la cultura Maya, como se menciona en libro: “América Precolombina”: “Copán, en las montañas de Honduras, sereno y ordenado centro de vida intelectual consagrado al arte, la ciencia y los juegos sagrados”.

En pleno Siglo XXI, Copán sigue atrayendo a viajeros, a investigadores, y todo aquel que valora la herencia cultural de una de las grandes civilizaciones Mesoamericanas. Honduras resguarda este patrimonio, que comparte con la humanidad desde la década de los 70’s, cuando el Estado asume el compromiso de investigar y dotar recursos, a la fecha ese compromiso como en otros países de la región queda pendiente, porque no se disponen de fondos suficientes para seguir investigando, y resguardar lo poco que se tiene a la vista. No obstantes, organizaciones independientes, fundaciones y universidades privadas, ofrecen su trabajo en favor de la cultura.

Hoy Copán, en Honduras; al igual que Tikal, en Guatemala; Tazumal, en El Salvador; Chichén Itzá, México, entre otros, son la evidencia palpable del gran desarrollo cultural de las civilizaciones ancestrales en la región mesoamericana.

La principal lucha, es aprender cada día las lecciones de la vida

6 Sep

Un amor lleno de triunfos

Por: Iván Escobar

La vida de Ana Vilma y Edwin ha estado marcada por diversos desafíos, el tiempo los ha distanciado, pero su amor y atracción por el otro los ha llevado a reencontrarse y agradecer por los triunfos alcanzados en pareja.

El secreto de su relación, que comenzó en la adolescencia, y el cual por circunstancias del destino cada quién tomó caminos diferentes, más de 30 años después se reencontraron y hace cinco años formalizaron aquel amor de juventud. Hoy casados por lo civil, y en espera de su boda religiosa, ambos valoran el recorrido por senderos que les han dejado grandes lecciones de vida y muchas satisfacciones.

El respeto y la responsabilidad son elementos esenciales en su hogar, y es la fórmula que les ha permitido hasta hoy enfrentar los retos que la vida les ha trazado.

Ana Vilma Barrientos Bonilla, tiene 35 años de dedicarse al comercio informal, comparte que fue con su madre con quien compartió sus inicios en una tortillería, y ahí conoció a José Edwin Pérez, quien desde su adolescencia aprendió la profesión de joyero, “mi especialidad es el arte de la cera, diseñar moldes para después ensamblar el metal, oro o la plata”, comenta, a la vez que explica que en este oficio, también está la joyería comercial, el relojero, el joyero fino, este último fue la rama que desarrolló por toda su vida su padre. Edwin lleva 41 años dedicándose a la joyería.

Ambos recuerdan con nostalgia que se conocieron en el ambiente del mercado, ahí la madre de Edwin tenía un puesto y Ana Vilma ya estaba en la tortillería. Eran los primeros años de la adolescencia, se conocieron y con el tiempo se dejaron de ver, para volver en la vuelta de la vida a encontrarse.

La venta informal una herencia de vida

La venta informal ha sido la principal fuente de ingresos para Ana Vilma, una mujer acostumbrada día a día a enfrentar las vicisitudes de la calle, aprendió a defenderse y luchar por obtener un espacio en el centro histórico, y ha sufrido en los últimos meses los ataques y hasta retención de mercadería por parte del Cuerpo de Agentes Metropolitanos de San Salvador, quienes dan marcha a un proceso de ordenamiento “consensuado” con los comerciantes, y el cual a la fecha ha despejado de ventas informales importantes arterias del centro capitalino como parte de un proyecto macro de la municipalidad.

Ana Vilma, al igual que muchas mujeres vendedoras, dice que no ha sido fácil asimilar este proceso de desalojo y despojo de sus únicas fuentes de empleo. Por años vendió ropa interior femenina sobre la 7ª Avenida Sur, pero las circunstancias  le obligaron a emigrar a las puertas de su apartamento para lograr subsistir, luego que la municipalidad le obligara a retirarse de su puesto, el cual por 18 años tuvo a disposición de su clientela y por el que también pagaba a diario.

Recuerda que fue el 12 de mayo de este 2022, cuando tuvo que dejar su única fuente de ingresos debido a los desalojos, que si bien no los incluían en los diseños y pláticas que ellos habían tenido con representantes de la alcaldía, al final sí fue afectada. Lo que más le preocupa son las deudas, “en especial con el banco”, advierte, pues sus productos los compra con base en créditos que cancela con lo que recibe de las ventas.

Lamenta que a pesar de ser un proyecto grande y ambicioso para recuperar la ciudad, la alcaldía no da opciones reales de solución a los comerciantes como ella, pues el nuevo Mercado Hula-Hula, no recibió como se ofreció y se esperaba a los vendedores, además las cuotas que cobran considera que son altas. “El CAM se llevó mi mercadería, solo me dijeron: aquí no la queremos”, recuerda, mientras ordena su venta, sobre la Av. España, entre la 5ta. Calle Oriente y la Alameda Juan Pablo II.

Ella sabe que sus productos no van acorde al mercado de la zona en la cual se ha ubicado, pues ahí impera las ventas de piñatas, dulces y otros negocios, pero enfatiza que no tiene otra opción, “y pues aquí pago impuestos, y dije: aquí pongo mi changarro”, acotó.

Dice que por ahora no logra vender como en su puesto anterior, y ha perdido su clientela, a veces sólo logra recaudar un $1 y en ocasiones nada, también opta por vender, en esta temporada de invierno sombrillas o capas, caminando por las calles aledañas, o un día a la semana haciendo almuerzos. “Hay que trabajar, porque hay deudas que pagar al banco…aquí poco se vende, allá tenía mi clientela, pero es lo que hay”, señala, y dice que el apoyo de su pareja es fundamental en todo este escenario.

Asegura que ella, ni su esposo se oponen al reordenamiento, al contrario lo ven bien, pero el problema advierte que con ello se ha dejado sin sustento a miles de familias, ellos son un caso, entre muchos. Y las soluciones no responden a las necesidades de los comerciantes. “Todo está caro y no hay fuentes de trabajo, el comercio informal crece, aumentan los precios y lo que viene es una crisis”, afirma.

Ante este escenario, asegura que lo mejor es trabajar duro, y tratar en familiar de superar los problemas

Entre la Lucha Libre y la joyería

Cuando conocí a Edwin, representaba la figura recia y violenta de “El Depredador”, personaje que él asumió en el mundo de la Lucha Libre, deporte-espectáculo que practica desde la edad de los 25 años. Ahora a sus 54 años de edad, advierte que está próximo a retirarse del cuadrilátero, pero también quiere dejar un legado a las nuevas generaciones y su afición.

Formado en la vieja escuela de Lucha Libre salvadoreña, pasó por la disciplina deportiva de grandes figuras como: Vikingo I, Bucanero, Diablo Rojo, entre otros. Además ha estado en las arenas locales, asistiendo primero como un aficionado atraído por las figuras de los luchadores, y luego ya formando parte de la famosa Arena Santa Anita, barrio del mismo nombre, en el cuál Edwin creció.

Recuerda que asistía a las peleas, y por no tener dinero, tenía que reunir los tres colones que se cobraban a los niños. “Así conocí a los luchadores”, cuando no reunía el dinero, esperaba con mucha ansiedad la última caída de la lucha, porque era ahí donde abrían las puertas gratis. Formó parte de la Arena Metropolitana, y quería y tenía ganas de crecer en el deporte, pero también estaba el trabajo como joyero, que no le permitía mucho adentrarse a esta faceta. Faltaba a algunos entrenos, y a veces retornaba meses después o al año, mientras cumplía sus compromisos laborales.

“Tuve muchos maestros Robin, Araña, Mister Flame, El Vikingo II, luego me fue a Arena Santa Anita, me hice amigo de Brazo Guerrero, La Furia, ellos dos me entrenan también…”, recuerda. Cuando cierra Arena Santa Anita, “hay una amiga luchadora, Gloria, ella abre Arena Gloria, aquí por la bajada del Palo Verde.

Es ahí, donde hace su debut, no tenía equipo ni uniforme, es La Furia quien le da los primeros insumos, y que le permiten incursionar en un mundo duro, pues la lucha libre hoy no es tan valorada, ni tiene el apoyo, literalmente sus exponentes “lo hacen por amor al arte”, ya que ningún luchador logra subsistir en este ramo, pero Depredador o Edwin, y muchos luchadores actuales, no les importa y siguen su reto, siguen en el cuadrilátero.

Ahora El Depredador, forma parte de la plantilla de luchadores de Arena Gladiadores El Salvador, que tiene una década de albergar a grandes figuras y nuevos talentos en la Lucha Libre.

El Depredador ha ganado importantes reconocimientos, ha luchado con grandes figuras en estos años, “y la idea es seguir en la lucha, y pues también pensando en mi retiro, la edad no le permite a uno, el límite ya lo cumplí, 54 años, es poco el recorrido que me queda para la lucha libre”, señala.

El apoyo de su esposa es importante en este andar, comenta, ya que desde hace cinco años que se volvieron a encontrar, y ya casados, ella le ha acompañado a todas las luchas. Ana Vilma, advierte que no ha sido fácil, porque si bien desde su adolescencia ella sabía que le gusta la lucha libre, no fue muy agradable presenciar las peleas en los últimos años.

“Él en el ring se transforma, al principio me alteraba mucho al verlo sangrado y bien golpeado. Me daba nervios, un día llegué a pegarle con un palo al otro luchador, y el señor que hace la lucha me dijo: así es el deporte”, indica.

Ambos disfrutan viajar a los lugares donde hacen las peleas, como recientemente pasó en julio de este año, que participaron en unas contiendas en el marco de las fiestas patronales de San Ana. “Sí, siempre lo acompaño”; comenta ella con orgullo.

Este luchador profesional lamenta la falta de apoyo a este deporte espectáculo, el cual en el país tuvo su época de oro y dejó grandes leyendas, muchos ya fallecieron, otros siguen heredando sus conocimientos.

Triunfos y desafíos

Depredador ha cosechado a lo largo de su carrera, seis preseas: el primer trofeo fue “La Gata Negra”, en honor a esta luchadora guatemalteca; un segundo triunfo fue ganar el Cinturón en honor a El Chamaco Gómez, en la Arena Gladiadores, ya que este luchador fue su amigo y compañero de entrenos en la Arena Metropolitana; un tercer triunfo fue el Campeonato torneo en el cual ganó Depredador, en una batalla campal entre 20 luchadores; una cuarta presea fue el Trofeo Memoria del luchador chapín, El Campesino, también contra 20 luchadores. Un quinto triunfo fue en el Aniversario de Arena Gladiadores, donde ganó el trofeo de cuatro pisos; y el sexto fue el Trofeo en memoria del hijo de una leyenda de Guatemala, La Dinastía Xandu, príncipe Yoga Jr.. Por lo cual la página Realidades y Revista Ring, lo consideran: “uno de los grandes luchadores que ha tenido El Salvador”.

En su trayectoria ganó la cabellera, de “La Furia”; pero ha perdido su cabellera en ocho ocasiones, y lo que más le duele, fue haber perdido su máscara, que era parte de los primeros implementos que utilizó a la hora de lanzarse a la lucha.

Enfrentando juntos sus problemas

Tanto Edwin como Ana Vilma saben que la situación no es fácil, económicamente saben que hay muchas necesidades como en todo hogar, y por ahora, su trabajo en la joyería, y las pocas ventas que logran les permiten sobrevivir.

Al igual que ellos, muchas familias padecen este drama. En El Salvador la canasta básica ha aumentado considerablemente en los últimos años y el desempleo creció. Ellos como emprendedores, sin embargo gozan de su amor, de su amistad, del respeto mutuo y comunicación, pues de lo contrario consideran que estarían solos dando batalla.

Se acuerpan uno a uno, y saben que con tener salud y vida, pueden seguir. La lucha libre, puede considerarse como una vía de escape a sus problemas. Depredador libera toda su energía, adrenalina y fuerza en el ring, ella las emociones y el estar atenta ante cualquier emergencia, así ambos se alejan de los problemas comunes, principales y diarios.

«La Recuerda» una tradición centenaria en Nejapa

4 Sep

Por: Iván Escobar

Texto y Fotografías

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La población de Nejapa vivió a lo grande el pasado 31 de agosto, el centenario de uno de sus principales atractivos turísticos como son: “Las Bolas de Fuego”, una tradición que celebró un siglo.

Desde tempranas horas del miércoles 31 de agosto del presente año, turistas nacionales y extranjeros, presenciaban los últimos detalles de los pobladores de esta localidad ubicada a 17.5 km. al norte de San Salvador, y que forma parte de los municipios del departamento central. La lluvia no fue impedimento para ser parte de la tradición.

Los jóvenes encargados de la preservar la tradición se preparan seis meses antes, así como toda la comunidad, la municipalidad, la casa de la cultura y otras entidades de la localidad. Este año era particular, la pandemia frenó por dos años la tradición, pero también este año se llegaban a los 100 años.

Todo estaba listo para dar marcha a la batalla campal que literalmente se arma cada noche del 31 de agosto.

Nejapa tierra de ceniza

El nombre de esta población, proviene de la lengua ancestral del náhuat, por lo que Nejapa significa “Río de Cenizas”, y al explorar un poco su origen e historia se puede entender, pues sus pobladores siempre han vivido al ritmo de las erupciones volcánicas, lo cual podría significar también que es una tierra de ceniza.

Los datos históricos revelan que sus pobladores siempre se han movido por la actividad eruptiva de la zona en la cual están ubicados, como el caso de 1658 cuando se dio la gran erupción del Playón, por lo cual se tuvieron que desplazarse a la zona de Quezaltepe, y luego pasaron al asentamiento actual.

Pero en 1917, la gran erupción del Volcán de San Salvador, amenaza con su lava la destrucción del pueblo una vez, sin embargo aseguran los nejapenses que San Jerónimo Dr., patrono de la ciudad desvió el río de lava, y dio paso a la conformación de lo que hoy conocemos como “El Playón”, salvándoles de ser sepultados. A todo este proceso se le conoce como «La Recuerda»

En agradecimiento por este resguardo, los pobladores, el 15 de septiembre de 1922 comienzan una tradición, que es hoy un gran atractivo para muchos, como son “Las Bolas de Fuego”, una tradición que es representada en el enfrentamiento de dos bandos de jóvenes que vestidos con atuendos de resguardo, mojados y con un arsenal de bolas en llamas, se las lanzan en la vía central del pueblo, a partir de las 9 de la noche de cada año. Este 2022 no fue la excepción, miles de personas aguardaban desde tempranas horas para ver el espectáculo que por dos años estuvo en pausa, por la pandemia del COVID-19, pero ahora la adrenalina y emoción estuvo presente en la noche de fin de mes.

Se han cumplido 100 años de la atrevida e inflamable tradición en Nejapa, sus pobladores botaron estrés, uno que otro sufrió alguna lesión por el fuego, los turistas locales y extranjeros celebraron una vez la fogosa tradición.