Daguerrotipo de 1838, del Boulevard du Temple, considerada la primera fotografía.
Por: Iván Escobar
Desde el surgimiento de la fotografía, allá por 1838, cuando Luis Daguerre, fotografiaba de forma única y con la moderna técnica creada por él del daguerrotipo, el Boulevard du Temple, en Francia, ahí comenzaba a materializarse el proceso de captar imágenes, procesarlas e imprimirlas.
Aunque hay que recordar que la historia en la fotografía, nos remonta al año 1826, cuando Joseph Nicéphore Niépce al utilizar la primera cámara, se le acuña el término “fotografía” a la primera toma que realizó, y la cual se denominó: “Vista desde la ventana en Le Gras”, siempre en Francia. Hoy en día, la tecnología avanza a pasos agigantados, pero sin dejar de lado estos grandes antecedentes, y sobre todo manteniéndose en pleno siglo XXI, la esencia de captar imágenes y saber cómo quedará.
«Vista desde la ventana», considerada la primera imagen tomada en 1826.
Es así que en las últimas semanas, he dado seguimiento a un importante ciclo de conferencias virtuales, organizadas por el Servicio de Extensión Universitaria, de la Universidad de Cádiz, España; en conexión con el programa de exposiciones fotográficas y fotolibros Kursala, comisionado por Jesús Micó Palero, coordinador de las jornadas.
Desde l5 de junio al 23 de julo del presente año, se desarrollaron las conferencias virtuales, que debido a la pandemia del COVID-19, en esta oportunidad trascendieron fronteras, y mantuvo en conexión a los ponentes desde diversos puntos, garantizando un encuentro intimo con la fotografía, procesos creativos, y dejando en claro, que hacer foto, es hacer todo un arte.
En estos “dúos” cada semana, los profesionales de la imagen compartieron sus técnicas y aprendizaje, su visión del arte de la fotografía, y sus proyectos a futuro.
Fernando Maselli, Alfonso Almendros, Federico Claravino, Martín Ballati, Carol Caicedo, Alejandro Marote, Sergio Castañeira, Gustavo Alemán, Iñaki Domingo, Nicolás Janowski, Gema Polanco y Roger Guaus, fueron los fotógrafos que participaron en el ciclo de ponencias.
Iñaki Domingo y Nicolás Jarowski, durante el quinto kúrsala, el pasado 20 de julio de 2020.
Todos coincidieron en sus participaciones que la fotografía es una pasión, pero que además es una herramienta en la cual el arte puede expresarse de diversas formas, sus proyectos inspirados en grandes de la fotografía, también tienen elementos que les caracterizan y les permite llevar la imagen a dimensión extraordinarias, como el caso de Iñaki Domingo quien ha evolucionado en sus proyectos, hasta llegar a presentar la esencia de una imagen, con su trabajo “Gradiente”, una instalación especial que realizó en el Centro de Arte Alcobendas, en Madrid, y el cual como él mismo explica trasciende de la narrativa de la imagen a explorar el contenido de la imagen.
“Mi trabajo en los últimos tiempos busca cuestionar los paradigmas que nos han enseñado respecto a la fotografía”, compartió en el dúo junto a Nicolás Janowski, fotógrafo argentino, que ha desarrollado su proyecto sobre Afro Argentina un trabajo sobre la búsqueda intensa de la identidad, y la cultura afro que ha sido históricamente invisibilizada en el país suramericano.
“En América Latina hay como un proceso de eclosión que está ligado a un proceso de cambio…eventualidad y conexión con los procesos estamos transformando la imagen”, dice el autor también del proyecto “Adrift in blue”, en el cual además de la imagen fotográfica, Janoswki incorpora otros recursos que desarrollan el proyecto.
Otro de los dúos que disfruté mucho, fue el de Federico Claravino y Martín Ballati, que fue el segundo en secuencia de presentaciones, pero el primero que tuve el agrado de ver, y que me conectó con todo el ciclo de exposiciones.
Una de las imágenes analizadas, un close up de una estatua.
En el referido conversatorio ambos profesionales de la imagen, y autores de varios libros sobre fotografía, y su significado, compartieron imágenes en las cuales presentaron o develaron cómo cada imagen transmite un mensaje o sensación. Ambos desarrollan la fotografía a niveles artísticos, desde la experimentación, la docencia, edición de libros, concursos y su trabajo relacionado a la comunicación.
Por ejemplo, el análisis que hicieron partir del concepto del close up de una estatua fotografiada en uno de sus ojos, coinciden en el elemento relacionado al tema de destrucción de una imagen, y cómo a partir de esa “nueva” imagen se da paso a la preservación de una nueva historia, y ejemplificaron el trabajo de la arqueología, al fotografiarla se descubre pero sobre todo se da paso a una nueva concepción de algo pasado.
En síntesis comparten que la imagen captada por ejemplo a una destrucción, construye un nuevo momento, y permite narrar una nueva historia, ya en términos filosóficos.
Y es que el hecho del concepto imagen, lo maneja Claravino, como recurso recurrente para evocar el pasado, atraer esa vista y compaginar con los momentos, desde una visión artística. Así como lo abstracto, y urbanístico no faltan en sus piezas, ni el elemento humano.
El kúrsala de Fernando Maselli y Alfonso Almendros , hablaron sobre el paisaje en la fotografía, pero desde la concepción interior, su encuentro con lo sublime y el paisaje, a través de sus proyectos fotográficos.
Ambos artistas tienen puntos en común, solo que uno desarrolla más lo personal en su obra, como es Almendro quien habló un poco sobre su proyecto “My father´s wrinkles” (Las arrugas de mi padre), abordando desde los sentimientos la construcción de la imagen. Mientras que Maselli desde la experiencia vivida, en los espacios de encuentro con lo que da por llamar lo sublime. Entre los géneros que desarrollan en su trabajo está literatura, paisaje, romanticismo, lo referente a la belleza ligada al terror, como presencia una erupción volcánica, una tormenta, y por llevar ese sentimiento a la imagen.
Carol Caicedo y Alejandro Marote , desarrollaron el tercer kúrsala, en donde compartieron sus experiencias y procesos creativos, a través de un interesante mapa conceptual en el cual definieron elementos como: azar, vacío, fe, límite, cuerpo, sueño, muerte, instinto y amor. Su ponencia hizo un recorrido por el arte en general, intercalando con la fotografía como elemento central de enfoque y transmisión de ideas.
En general ambos artistas por ejemplo, un interesante trabajo de Caicedo, es el proyecto “Cabestro”, el cual retrata un espacio urbano, un parque en sí, que está rodeado de la vida de la vida, pero abandonado por circunstancias sociales, ella lo retrata desde la visión geométrica de la imagen y composición de elementos, e interacción con lo humano.
Marote, combina la fotografía con la pintura, y logra la construcción de piezas de gran tamaño, en las cuales busca como algunos pintores, la interacción del cuerpo del artista a la hora de dar vida a la pieza.
Sergio Castaneira y Gustavo Alemán , nos hablaron de los maestros de la fotografía, tanto española como mundial, que les ha permitido desarrollar sus foto libros, y en los cuales retratan elementos de sus ciudades, situaciones, al igual que grandes referentes como: William Eggleston´s, Stephen Shore, Alec Soth, Leon Levinstein, Joan Colom, entre otros.
Ponencia de cierre de los dúos.
Sus trabajos urbanos, presentan los espacios y cómo estos a veces contienen elementos que debido al diario vivir o la cotidianidad de sus habitantes pasa desapercibidos, como lo retrata Castañeira en su foto libro “Ciudad Sur”. Y el trabajo de Alemán “(No) soy de aquí”, que recoge imágenes de su entorno.
El cierre estuvo a cargo de Gema Polanco y Roger Guaus quienes hablaron de sus proyectos, muy ligados al ámbito familiar, pero que recogen el significado de preservar una imagen y cómo a partir de ese recuerdo se le puede dar un tratamiento, es una recopilación de proyectos que desarrollan en esta tónica. Gema, incluso llega hasta la intervención de la imagen, colocando elementos que dan otro realice a la imagen “antigua”, mientras que la personalidad de Guaus, está marcada en su trabajo.
En conclusión, puedo decir que estos trabajos y experiencias conocidas a través de la kúrsala, demuestran que la fotografía sigue en pleno siglo XXI, trascendiendo, y si bien hay momentos que la tecnología podría dejar relegada o llevarla a la moda, desde la perspectiva artística está más vigente y fuerte. Los procesos creativos son muy variados, al igual que los géneros en que la misma se desenvuelve.