El pasado 8 de septiembre se oficializó el paso del colectivo para constituirse en Cuicatcalli, a partir del 3 de noviembre. En la imagen parte del colectivo. Foto de: Iván Escobar
Por: Iván Escobar
Este domingo 3 de noviembre nace el colectivo Cuicatcalli o “Casa de los Cantos”, espacio de conocimiento y creación artística que nace de las “Cátedra de Don Lito”, y que en los últimos seis años ha sido una fuente de estudio permanente de nuestra cultura e identidad.
El colectivo que reúne a profesionales de distintas áreas, así como artistas, es una fuente de estudio permanente de la cultura salvadoreña. En esta sesión inaugural se contará con una ceremonia indígena, altar de muertos, degustación de platillos típicos, así como lectura de poesía, y más.
A continuación comparto una breve entrevista al fundador de la Cátedra que se desarrolla cada 15 días en la Casa del Escritor “Salarrué”, ubicada en Los Planes de Renderos.
Rafael Rodríguez o mejor conocido como “Don Lito”, es poeta, escritor y docente en literatura desde hace más de 40 años, destaca que el nacimiento del colectivo Cuicatcalli, “tiene que ver con nuestras raíces, con nuestros ancestros nahuas, toltecas y pipiles”.
En la última reunión del colectivo que tuvo lugar el pasado 27 de octubre del presente año, destacó que se está a las puertas de la consolidación de este proyecto que pasa de ser un colectivo literario a un Cuicatcalli.
“El hecho de ilustrar de pintar, dibujar tiene una historia antigua, nuestros ancestros también eran dibujantes y pintores, y dibujaban en los famosos códices, o en las tinajas, en murales. Ellos tenían un nombre, se les llamaba maestros, los maestros tlacuilo. Es el que conservaba la memoria histórica”, puntualiza.
Don Lito reitera que a partir del 3 de noviembre se comienza una nueva ruta “revivir algunas tradiciones como Cuicatcalli, “Casa de los Cantos”. Es una institución antigua de México y Mesoamérica, lo triste es que nosotros no conocemos cuáles eran los Cuicatcalli en El Salvador, es triste. Esos cantos y textos de nuestros antepasados los podemos rescatar ahora, y ¿Cómo? En la tradición oral, hay que investigarlo. “Los Duendes de la Barranca onda”, es un libro que publicaré pronto, que es resultado de una investigación en el campo, y es una riqueza impresionante. No solo contar la historia de la Siguanaba, el Cipitillo, etc.”.
Don Lito dirigiendo la cátedra del pasado 27 de octubre de 2019. Foto de: Iván Escobar
¿Cuál es la motivación principal de crear el colectivo de estudio, y desde cuándo se están reuniendo?
“Desde 2013 un grupo de amigos, empezamos a reunirnos, a iniciativa de la escritora Silvia Elena Regalado, en la Casa del Escritor “Salarrué”. El objetivo era compartir conocimientos en torno a nuestra historia y cultura, a partir de mi experiencia como docente de literatura durante más de cuarenta años en la UCA”
“Cátedra de Don Lito” y luego “Taller Literario” se llamó sucesivamente a la actividad, procurando que la responsabilidad de su funcionamiento no recayera sobre una persona, sino que fuera colectivamente compartida. Fue así como los miembros del grupo fueron dando charlas sobre su especilidad, -sociología, botánica, antropología, historia, etc. – o se invitó a expertos en materias relacionadas con nuestra cultura”.
¿Cómo nace la idea de crear el Cuicatcalli?
“A mediados de este año 2019 se me ocurrió que quienes nos reuníamos cada dos o tres semanas en La casa del Escritor “Salarrué”, en Los Planes de Renderos”, ya habíamos madurado como grupo y que podíamos dar un salto de calidad. El genuino interés por escudriñar en las raíces de nuestra salvadoreñidad podría concretarse en dar vida a una institución que estuvo vigente entre los Nahuas toltecas- de donde descienden por línea directa nuestros pipiles- antes de la conquista española. Se trata del Cuicacalli o Cuicatcalli (La Casa del Canto o de los Cantos), este era el lugar donde se reunían los poetas a recitar – cantar, decían ellos – sus poemas. En honor a esa hermosísima costumbre que tuvo representantes en México como el Gran Nezahualcoyolt, es que queremos hacer oir nuestras voces que hablen de paz y no de guerra y que inciten a la concordia entre los seres humanos y nuestra madre naturaleza, el Cuicatcalli quiere poner los ojos en el pasado para emprender con optimismo los retos del futuro.
El poeta Alberto Lópes Serrano, director de la Casa y Museo Salarrué, un gran anfitrión y miembro del colectivo Cuicatcalli.
¿Qué otros esfuerzos se suman para darle vida al proyecto?
“Hemos tenido y seguiremos teniendo viajes de campo a pueblos y lugares que nos hacen disfrutar de ritos y tradiciones de nuestro país; por ejemplo, hemos visitado varias veces la finca “Moros y Cristianos” en Salcoatitán, del doctor Olmedo Baratta, nieto de Doña María de Baratta. Ahí hay un museo donde se exhiben atuendos relativos a esa celebración de moros y cristianos.
Por otra parte publicaremos una revista trimestral titulada: “Cuicacalli” y folletos de reflexión sobre cultura mesoamericana, la colección llevará el título “Nuestros Códices” y saldrá a la luz cada tres o cuatro meses”.
El 3 se inaugura el ciclo de sesiones, ¿Qué podemos esperar de estos encuentros?
“Que más y más jóvenes se sumen a la experiencia del Cuicatcalli; que presenten sus escritos en nuestras sesiones y publiquen en nuestra revista. Pensamos, además, mantener comunicación, vía redes sociales, con amigos dentro y fuera del país”.
La sesión inaugural del Cuicatcalli en la Casa de Salarrué, sesionará cuatro veces en un período de 1 año: el 3 de noviembre de 2019, la primera reunión; y para 2020 serán las otras tres programadas para el 2 de febrero, la segunda; para el 3 de mayo, la tercera; y la número cuatro será el 2 de agosto.
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