Archivo | julio, 2020

¿POR QUÉ DEL DÍA DEL PERIODISTA?

31 Jul
Por: Iván Escobar
Muchos celebran y comparten en esta fecha especial. Pero el día del periodista salvadoreño no solo es diversión, y fecha de recuerdo, debe ser una fecha de profunda reflexión sobre el quehacer periodístico en El Salvador, y en especial ver la forma de cómo defender los derechos de las mujeres y hombres que nos dedicamos a esta valiosa profesión.
Este 2020 es un año difícil para el mundo, para nuestro país, para el gremio periodístico no es la excepción, lo estamos viendo en carne viva, y la situación a futuro no se vislumbra mejor. La pandemia del COVID-19 ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de los sectores, el sector de la prensa ha sido uno de ellos, en estos meses de sufrir la pandemia hemos visto el contagio de muchos colegas con el virus, unos han fallecido tristemente y sus familias ahora enfrentan otra realidad; otros gracias a Dios han saludo victoriosos y ya se recuperan, pero también hay realidades duras, el periodismo en El Salvador sufre su mayor crisis, un ataque sistemático de sectores de poder, producto del mal trabajo que en el pasado hicieron muchos, en particular medios de comunicación que contribuyeron a la desinformación, y hoy las consecuencias las pagan los profesionales, vemos cierre de espacios, de empresas pequeñas de comunicación, medios alternativos, medios de gran trascendencia, vemos despidos masivos en la víspera a esta fecha del Día del Periodista, como los sucedidos en el rotativo El Diario de Hoy, que dejó sin empleo a cerca de 20 colegas de amplia trayectoria y que hoy sus familias enfrentarán otra realidad, y así el panorama negro.
Ese es el contexto que tenemos hoy, de la fecha que se fijó aquel 29 de mayo de 1969 cuando la Asamblea Legislativa de ese entonces, aprobó el decreto legislativo 380, en el que se declaró cada 31 de julio como Día del Periodista salvadoreño. 51 años han pasado de aquel acontecimiento, y la realidad del periodista hoy en día es vulnerable y preocupante.
La razón de seleccionar tal fecha fue porque el primer periódico salvadoreño, publicado gracias al entusiasmo de José Matías Delgado (ya designado Obispo), fue dar vida a “El Semanario Político Mercantil” primer diario en el país, aparecido el 31 de julio de 1824.

Copia del decreto legislativo #380

 

Según el historiador Jorge Lardé y Larín, en junio de ese año, y con dinero producto de colectas que hizo el Obispo Delgado, el gobierno salvadoreño adquirió una imprenta en Guatemala. Su llegada al país fue colorida. Venía en una carreta tirada por bueyes, la que habían adornado muy bien, y por donde pasaba era motivo de admiración.
Cuando estuvo cerca de San Salvador, el propio presidente Juan Manuel Rodríguez en compañía del obispo Delgado y otras autoridades, fueron a encontrarla a la entonces llamada “Cuesta del Atajo”.
Al llegar a San Salvador hubo ensordecedora cohetería y hasta repique de campanas, es decir, reinó un enorme júbilo.
Fue instalada en casa del Sr. Manuel Herrera, en la esquina que en un tiempo ocupó la Confederación de Obreros de El Salvador.
La dirección de la imprenta le fue conferida al considerado primer periodista de El Salvador, el presbítero Mig
uel José Castro y Lara, sacerdote hijo de don José María Castro y doña Elena Lara de Mogrovejo.
Pero toda esta historia no tendrá validez, mientras en El Salvador sigamos viendo atacados a los periodistas tanto por el poder político como empresarial, mientras sigamos viendo morir a nuestros colegas hoy por el COVID-19, pero también por otras enfermedades que les atacan, por la violencia, por la delincuencia imperante, por los despidos que los dejan a ellos y a sus familias desprotegidos, mientras en el país se siga dando poder de decisiones
y el lugar del periodista a los mercaderes de la información.
Esta fecha debe llevarnos a unirnos como gremio, a trabajar en común y a ser coherentes con nuestros desafíos, para dignificar el Periodismo Salvadoreño.
(*) Fuente Archivos

Cantos poéticos para Bolivia

27 Jul

Por: Iván Escobar

En el marco del 195 aniversario de Independencia de Bolivia, el próximo 6 de agosto se llevará a cabo el festival “POETAS DEL MUNDO LE CANTAN A MI PATRIA”, el cual reúne a más de 40 escritores de 18 países. El Salvador participa en este canto poético a la nación suramericana.

La actividad es organizada por la Sociedad de Escritores de Bolivia, filial Potosí, cuya característica en esta oportunidad es que será de forma virtual, ya que el encuentro no pudo ser presencial, debido a la pandemia del COVID-19, que en los últimos meses ha impactado el mundo.

En esta jornada poética participan 49 escritores, entre ellos los poetas salvadoreños: Yamar Durán, Josefina Sibrian, Jorge Canales, y Alexander Campos. Durán expresó que “el encuentro será una oportunidad para compartir con escritores de todas latitudes, y es un orgullo estar apoyando en la coordinación de este encuentro, un saludo para Bolivia y los poetas participantes”.

Y es que el encuentro internacional reúne a poetas de todas latitudes: Irak, Nueva Zelanda, Italia, Japón, Centro y Sur América, Estados Unidos, en total son 18 países participantes, así como intérpretes musicales como: la pianista boliviana Mariana Alandia Navajas y el pianista italiano Francesco Paganini, entre otras sorpresas preparadas por los organizadores para la jornada de 10 de la mañana a 4:30 de la tarde –hora de Bolivia –.

 

Homenajes y poesía en tiempos de cuarentena

26 Jul

De izquierda a derecha: Armando Solís, Salvador Juárez, Eduardo Salvador Cárcamo, Joaquín Meza y Julio Henríquez. Fotografía publicada en Diario Co Latino.

Por: Iván Escobar

Salvador Juárez y Tomás Andréu, cumplen su primer año de partida física en este mundo. En este contexto, y en una realidad totalmente distinta, a partir de la pandemia por el coronavirus o el COVID-19, se han realizado en las últimas semanas homenajes especiales, y de forma virtual.

“Chamba” Juárez cumple su primer aniversario de fallecido, este 28 de julio, mientras que Andréu, lo cumplió el pasado mes de mayo.

En el caso de “el poeta del pueblo” como le conocimos en el mundo literario a “Chamba” Juárez, fue recordado este fin de semana por su familia y amigos, en un encuentro virtual, con la presencia de escritores, poetas y cantautores.

La jornada organizada en redes sociales por la familia del poeta, reunió a intelectuales de diversas generaciones que se unieron en una sola voz en aprecio y reconocimiento a uno de los grandes poetas que trascendió en la literatura nacional y latinoamericana.

El autor de “Puro Guanaco”, y originario del municipio de Apopa, se dedicó durante su vida a la preservación de la identidad de los salvadoreños, a través de sus textos y poesía, Chamba Juárez, alcanzó el respeto de muchos autores, incluso de personajes alejados a su visión ideológica, recordaron los asistentes al encuentro virtual.

Música, poesía, anécdotas, historias y más fueron compartidas durante más de una hora de homenaje, por poetas de su generación, así mismo se leyó su poesía, y nuevas letras inspiradas en su vida y trayectoria literaria que han nacido a un año de su partida.

Juárez durante su vida literaria escribió muchos libros, entre ellos: “Puro Guanaco”, “Ni oficio ni Beneficio”, “Al otro lado del Espejo”, “Tomo la palabra”, “Desenterramientos” entre otros. Además de escritor y poeta, ejercicio el periodismo cultural, estuvo en el equipo de coordinación del Suplemento Tres Mil, de Diario Co Latino. También fue acreedor a números reconocimientos por su obra.

En este homenaje y “Recital poético”, la familia también recordó a su hermano Hildebrando Juárez, poeta salvadoreño fallecido el 25 de julio de 1984. Con este homenaje su familia, amistades y camaradas reiteran su compromiso de mantener vivo el legado de ambos poetas del pueblo.

Tomás Andréu el poeta joven

Detalle de la foto de portada del libro, imagen de Francisco Campos.

Este año se cumplió también el primer aniversario del fallecimiento del poeta Tomás Andréu, en este contexto se publicó de manera virtual el e-book: “El disfraz de los impulsos”, obra inédita que contiene su poesía.

El periodista y escritor salvadoreño murió el 12 de mayo de 2019, a la edad de 39 años, su breve paso por este mundo no le impidió dejar un legado pequeño pero conciso en la literatura contemporánea salvadoreña, es así que “La Zebra” publicó el poemario, el cual estuvo a cargo de Jorge Ávalos, como compilador y editor.

La presentación del libro se hizo el pasado 19 de junio, en el marco de su primer aniversario de muerte, y en el mismo se liberó el libro, cuya aceptación fue inmediata en el público lector. Esta presentación virtual se realizó al igual que otras actividades, en estos últimos cuatro meses, en total confinamiento.

El poemario que contiene 60 escritos, de los cuales 45 son inéditos, se presentan en el libro en cuatro capítulos, y tres ensayos del autor, que dejan en claro el sentimiento poético y visión de la vida que tenía Andréu, producto de experiencias personales y profesionales.

“Café para tres”, es el primero de los cuatro capítulos del libro, cada capítulo contiene 15 poemas, los primeros poemas fueron recopilados de sus archivos y redes sociales donde los publicó, “una tarea ardua”, reconoció Ávalos; los otros capítulos son: “Los frutos ingrávidos”, “El disfraz de los impulsos” y “De ningún lado hacia ninguna parte”.

Con estos homenaje se recuerda la memoria de los poetas, y en medio del encierro por la pandemia se demuestra que la poesía y el arte son una opción para escapar del encierro que por ahora vive el mundo.

Camilia y sus pinturas en tiempos de pandemia

13 Jul

“Me gusta pintar y quiero seguir haciéndolo”: Camila

Por: Iván Escobar

Camila es un ejemplo de cómo los adolescentes están enfrentando y sobrellevando estos días de pandemia, a través de sus obras no solo plasma imágenes si no su sentir respecto a estos tiempos.

La actual coyuntura que vivimos con la pandemia del COVID-19 con altos niveles de estrés y miedos, ha sido un espacio para que algunas personas puedan reencontrarse con lo que más les gusta, desarrollando o fortaleciendo sus habilidades artísticas.

Este es el caso de Camila Rosmery Díaz Orantes, quien a sus 13 años, y de forma autodidacta pasa estos días de encierro por el virus que acecha en el país, buscando tutoriales en la red, dibujando y pintando. Luego de las faenas propias de su edad y compromisos escolares, dedica espacio al arte, cultivando la creatividad, así como compartiendo tiempo con su familia.

Hojas de papel en blanco, tejas o cuadros, y algunos colores y pinturas que le regalaron en un momento han sido la base para plasmar sus dibujos, siguiendo algunos consejos de tutoriales o por inspiración propia. “Siempre me ha gustado, y quiero seguir haciéndolo”, asegura.

Una limitante actualmente para seguir produciendo obras, es la falta recursos y materiales, pero su creatividad la lleva a utilizar hasta el último recurso disponible para seguir plasmando sus imágenes.

Los artistas en este confinamiento o tiempos de cuarentena se han dedicado, en diversas disciplinas a compartir su trabajo, y desarrollar su creatividad, Camila como principiante en la plástica, se suma con su trabajo a exponer su trabajo, el cual espera conseguir material que le permita seguir haciendo nuevos diseños.

Diferentes estilos alrededor de la fotografía de calle

11 Jul

Federico Alegría, fue el primero en presentar su trabajo en esta jornada.

Por: Iván Escobar

La diversidad de estilos y técnicas se conocieron en el 1er ciclo de Fotografía de Calle organizado por el colectivo El Centro Hace Clic, entre el 27 de junio y 11 de julio del presente año.

Ocho fotógrafos salvadoreños compartieron en las últimas semanas, desde su visión y experiencia el quehacer de la fotografía de calle, y cómo está se puede desarrollar a través de las técnicas y disciplinas del arte de la luz y la sombra.

La jornada cierra este sábado 11, a las 4 de la tarde cuando se desarrolle un encuentro virtual de los ocho profesionales de la fotografía que compartirán a través de la red social de Facebook de El Centro Hace Clic, plataforma que en medio del confinamiento y cuarentena por el COVID-19, ha sido el recurso de estudio aprendizaje de la fotografía.

Y es que debido a las medidas sanitarias y preventivas por el COVID-19, el colectivo fotográfico ha suspendido las tradicionales caminatas y se han enfocado en la exposición de trabajo y difusión de la enseñanza a través de las redes sociales.

René Valencia y su móvil.

Es así que han llevado a cabo estas ocho ponencias, las cuales iniciaron el pasado 27 de junio con el fotógrafo salvadoreño Federico Alegría, quien compartió su experiencia profesional con la charla: “fotografía de calle: un ejercicio diario”, en la cual recomendó el aprovechamiento de este espacio como recurso para encontrar historias urbanas. En su caso, comentó que esto le ha permitido desarrollar su estilo, captar imágenes propias de la ciudad, además considera que entre más discreto se mueve el fotógrafo en los ambientes se obtienen imágenes bien logradas.

René Valencia, salvadoreño radicado en México, y quien ejerce el periodismo económico desde hace una década, también es considerado en la actualidad un fotógrafo referente y pionero de la fotografía con celular. En su ponencia “Fotografía móvil en la calle” habló del estilo y los desafíos que enfrentó en un inició, y compitiendo con fotógrafos convencionales estableció un estilo, que lo llevó a exponer en galerías virtuales y espacios físicos, reconociendo su trabajo de retratar la esencia de la ciudad, sus personajes y arquitectura.

Carlos Torres nos habló de la cotidianidad.

Para Valencia con el móvil se puede  interiorizar en la ciudad, sus personajes y ambientes, “los fotógrafos no se decidían en el uso de móviles, eso nos dejó a los novatos destacar”, afirmó.

El fotógrafo Carlos Torres compartió el tema “Una visión cotidiana de la calle”, experiencia fotográfica que le ha permitido en los últimos años desarrollar su estilo, explorando esa cotidianidad de los espacios, específicamente la ciudad, inmortalizando las dinámicas propias, a través de la fotografía.

“Cinefotografía” fue la ponencia de Gerardo Morales, fue la cuarta charla de este ciclo de conferencias, habló sobre su experiencia y cómo a través de la fotografía se está adentrando en el cine y estudiando actualmente en España este género. Morales compartió su catálogo de imágenes cuyo estilo propio destaca en cada una de ellas, en relación a la composición y los contrastes, guardando siempre detalles estéticos en cada imagen.

Gerardo habló sobre Cinefotografía

Roque Mocan se autodenomina aficionado a la fotografía, pero su ponencia “La Alegría de la Fotografía”, deja en claro su profesionalismo y dedicación a esta pasión. Sus imágenes y constancia dejan en claro ese esfuerzo y conexión con la gente a la hora de caminar y buscar imágenes en las calles.

Alegría de Roque en la fotografía

Su trabajo incluso trasciende y hoy en día es un componente esencial en la iniciativa “Víveres al Centro”, esfuerzo que nació en medio de la pandemia para atender a las familias del centro histórico de San Salvador, con entrega de ayudas recolectadas por El Centro Hace clic. Roque a través de la fotografía además mantiene un enlace directo con la gente, y sus imágenes hablan sobre ese San Salvador que muchos desconocen por su distancia con la ciudad, y que este fotógrafo logra proyectar.

Con más de 40 años de experiencia en la fotografía y el periodismo, Francisco Campos, compartió su ponencia “La Metáfora de la fotografía callejera”, y quien afirmó que en cada imagen el fotógrafo representa o intenta transmitir sus conocimientos, para dar paso a la crítica o visibilización de ciertas situaciones que no son perceptibles a la sociedad.

Chico Campos y la fotografía callejera.

Con un amplio catálogo de imágenes Campos hizo un recorrido por ese centro de San Salvador, por sus historias que son desconocidas, pero que cada una de estas imágenes contiene una historia propia, muchas de sus imágenes han sido publicadas en la prensa local e internacional, portadas de libros, y sus redes sociales.

Fernando Videz compartió la ponencia “Lomografía: pulsaciones callejeras”, una técnica que desde hace cuatro años ha venido desarrollando y de la cual aprovecha el recurso de lo analógico, la simplicidad, imperfección de la imagen para llegar a la belleza y dar paso a la abstracción en la fotografía. La Lomografía es un movimiento a escala internacional que surge en los años 90´s, y que hoy en día es una técnica apegada a la captura de los espacios o situaciones, desde un componente de sensaciones a través de la imagen.

Lomografía de Fernando Videz.

El profesor y fotógrafo Ricardo Quiteño compartió cuatro elementos centrales a la hora de hacer foto de calle, a través de su ponencia: “Encuentro con la fotografía de calle”, los cuales considera básicos para cumplir el objetivo deseado.

Quiteño consideró que lo principal es tener disposición de que hacer fotos es una diversión, la oportunidad de ganar experiencias en cada salida, hacer contactos y oportunidad para vender fotografías en un momento determinado, lo principal insiste es disfrutar de cada momento.

Con este ciclo de conferencias virtuales El Centro Hace Clic, permite a sus miembros y todo amante a la fotografía fortalecer el área de aprendizaje entre la comunidad fotográfica del país.

La tristeza nos embarga cuando los amigos se marchan

5 Jul

Foto tomada por Franklin Rivera «Meco», tomada para Diario Latino

Por: Iván Escobar

Cada mañana al llegar a la oficina, ya estabas en tu escritorio revisando fotos, viendo noticias, alguna red social, leyendo un diario impreso o revisando el celular.

– ¿Cómo estamos man?

-Ahí, bien. Ya habrá café…

Así comenzábamos nuestro diálogo cada día con “El Meco”, con quien compartí el trabajo en los últimos 8 años, y viviendo buenas experiencias, conociendo a grandes profesionales de la comunicación, tanto nacionales como extranjeros, junto a un equipo que más que compañeros nos sentimos miembros de una misma familia.

La primera vez que escuché sobre “Meco” fue allá por el 1995, ya en la universidad cuando me comentaron que un fotógrafo del Diario Latino (Diario Co Latino) tomó la foto del robo al banco de la Calle Dario, ubicado a una cuadra y media del vespertino, hecho de gran trascendencia aquel 22 de junio de 1994, y que catapultó al joven Meco en trabajo periodístico.

Una cámara a la izquierda y otra a la derecha, así solíamos encontrar a Meco siempre.

El tiempo nos llevó por distintos rumbos del periodismo pero no coincidimos más que en las coberturas, y por cuestiones del destino llego yo al Diario Latino, a mediados del 1996, primero como pasante y luego integrando la plana de redacción; ya Meco era una leyenda en la fotografía nacional, pero para esas fechas había dejado el diario. Y había emprendido vuelo, luego supe que trabajaba en La Noticia, posteriormente en El Diario de Hoy, y luego en La Prensa Gráfica, aportando desde estos medios impresos al desarrollo del fotoperiodismo nacional, y formando parte de una generación de fotoperiodistas que hoy en día son referentes importantes para el periodismo salvadoreño.

Posteriormente, seguimos nuestro andar. Meco tuvo un paso breve nuevamente en Diario Co Latino, ahí por 2007-2008, más o menos, desarrollando el cargo de coordinación de fotografía en el vespertino, luego pasó a hacer otros proyectos siempre en la rama fotográfica, y terminó en la comunicación institucional, por supuesto haciendo fotografías.

Durante estos años, nos veíamos en coberturas, en eventos, en actividades, pero hablábamos lo que el tiempo permitía.

Nos reencontramos profesionalmente en 2012, ya como compañeros de trabajo ejerciendo comunicación institucional en un mismo equipo, y del cual aprendemos cada día. En este último tramo de sus años de vida, Meco dejó ver su lado profesional, pero más su lado solidario, de amistad y de compromiso, también su lado serio y “gruñón” como le decíamos en ocasiones, pero sensible y dispuesto a colaborar en todo en cada momento.

Ese era Meco, un amigo, un compañero, un miembro de nuestra familia laboral, y que hoy nos deja. La vida es así, hoy estamos y mañana ya no, pero en los últimos cuatro meses, el tema de la muerte y desaparición física de amigos, es duro, pues en medio de esta pandemia por el COVID-19, nos encontramos con los miedos y el vacío que nos deja quienes ya no estarán en este mundo. Aunque también los amigos que se van, nos dejan sus recuerdos, su legado.

En la oficina estamos tristes. Sabemos que los días ya no serán iguales, nuestro equipo ha perdido a un importante elemento, sobre todo un ser humano solidario y el país a un profesional de la fotografía.

Franklin Américo Rivera, “El Meco”, ya no vamos a poder compartir charlas o experiencias diarias.

Solo me queda, en mi caso, el recuerdo de haber compartido con vos, la última cobertura aquel viernes 13 de marzo de este 2020, cuando nos mandaron al centro de San Salvador a hacer fotografías, ahí me di cuenta del cariño que te tenían las vendedoras, agentes del CAM, comerciantes, particulares, en cada esquina te detenían y te saludaban, hasta te molestamos que podías lanzarte de candidato a alcalde, sin duda fue un buen tour en el cual recibiste un saludo sincero de quienes te apreciamos, hoy muchos te extrañamos, pero igual te saludamos en la distancia.